domingo, 2 de junio de 2013

Sin palabras, sólo movimiento.

La sonrisa

No cuesta nada, pero vale mucho.
Enriquece al que la recibe, sin empobrecer al que la da.
Se realiza en un instante,
y su memoria perdura para siempre
Nadie es tan rico que pueda prescindir de ella,
ni tan pobre que no pueda darla.
Y, con todo, no puede ser comprada,
Mendigada, robada, porque no existe hasta que se da.
Y si en el momento de comprar,
El vendedor está tan cansado que no puede sonreir,
¿quieres tú darle una sonrisa?
Porque nadie necesita tanto una sonrisa
Como los que no tienen una para dar a los demás





El  jueves nueve de mayo, todos vinimos con ropa cómoda, sólo sabíamos que la clase sería de movimiento y que debíamos ir así. Comenzamos en pareja moviéndonos según nuestra profesora nos indicaba con sus zapatos.  Luego, caminamos en círculo y comenzamos a saludarnos  sin utilizar palabras, sólo expresando cariño con la mirada y con una sonrisa, además de los distintos saludos que consistieron en un apretón de mano derecha,  luego izquierda, ambas manos, un abrazo, un apretón de mejillas,  entre otras. Esta parte de la actividad fue bastante linda porque si lo pensamos  ¿Nos damos tiempo de dejar fluir nuestras emociones
mediante movimientos o gestos, de compartir una sonrisa y entregar cariño por medio de ella? Resultó demasiado  lindo el ejercicio de recibir y entregar cariño al resto con gestos simples. La segunda parte de la clase consistió en caminar de espalda,  sin mirar a nadie, y mediante el recorrido encontrarnos con un compañero/a y juntar nuestras espaldas de tal forma que nuestra comunicación fuera por medio del movimiento de ambas espaldas que se habían encontrado, en ese momento nuestra profesora comenzó a relatar una historia que contenía diversas emociones que teníamos que expresar a nuestro compañero mediante el movimiento por ejemplo expresar cariño, alegría, tristeza y rabia. Con respecto a esto siento que es muy bueno detenerse de la rutina, crear una especie de paréntesis y entregar sentimientos sin hablar, esta vez fue incluso sin mirar al otro, en mi opinión te permite de cierta forma reconfortarte del cansancio de la semana, del agotamiento porque te sientes apoyado en alguien que juntó su espalda contigo y te transmite su energía, su ánimo, tal como tú a él/ella.
A veces nos cuesta mucho despejar la mente de todo y no somos capaces de comprender que, es necesario, dejamos que pase gente por nuestro lado y ni siquiera somos capaces de entregar algún pequeño gesto que demuestre a la persona que siempre hay alguien . Como  futuros terapeutas ocupacionales debemos ser capaces de entregar sentimientos que vayan más allá de las palabras, debemos entregar afecto, ánimo, simpatía y muchas cosas buenas a nuestros usuarios e ir más allá de lo que puedan escuchar, debemos llegar a lo que ellos puedan sentir, y en el fondo es muy fácil y bonito mejorar o en algunos casos arreglar el mundo de alguien mediante una sonrisa, un abrazo o un apretón de manos cariñoso.


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